21 marzo, 2010

Micromundis

Confiaré ciegamente





en que el Pájaro en mano





me enseñará a volar





una vez que lo suelte.

















El chispazo de realidad compartida





ocurrió por fin





entre dos miradas





que tiritaban de franqueza.

















Las ganas de quemar todo alrededor son la ansiedad de ver las propias cenizas antes de morir.

















El juego consta de cuatro dados de tinta sólida. Se tira uno, y los demás cambian de color aleatoriamente. El objetivo es que todos los dados vayan quedando del mismo color. Hay 128 colores diferentes.

















Negarse a meterse al mar





por la única razón de no haber todavía mojado los piecitos en la orilla.

















Elevando la plegaria





que conduce a los planetas





a ingresar puntualmente a su propia danza.

















Creo que amarte sería una transición helada o fulgurante.





Y dudo que mis engranajes





estén listos para ello.





















El dolor de mis huesos al erguirme





me señala permanentemente mi condición humilde.





















Me gustan tus ojos





y quisiera darles en el blanco;





pero igualmente ponete por si acaso





una manzana en la cabeza.

















Siento que todo lo que ocurre en mí,





se traduce a su vez en la orilla del agua





de algún modo aleatorio.

















Si tocarnos





nosotros





podemos





es gracias a la versión de la proximidad





que funciona en esta atmósfera.













Mis pasos nobles





generan una fuerza de dínamo





que se traduce en presentes





que van cayendo en mi camino.













Si el camino se presenta despejado,





¡es por ahí!





Los Pájaro en mano





nunca transitarían por la maleza.





















Escarbar una hendija inicial en el embalse





y contemplar cómo la fuerza del agua





se encarga del resto.

























Seguir lanzando botellas al mar





empeoraba más y más la soledad





por las expectativas que llevaban consigo.





















Pronunciarle "te amo"





aunque no siendo cierto todavía,





sino para que se cumpla luego.





















Esta vez no tropezaré





con mi nuez atragantada





mientras te regalaría el mar con mis ojos.

















Al ceño fruncido por tanto juzgarlo todo,





le infiltraremos aire de poema.





























Brutus tiene miedo porque Popeye está drogado,





Brutus tiene miedo porque Popeye está drogado





Otra dosis de espinaca





para mantener a Brutus asustado,





otra dosis de espinaca





para mantener a Brutus asustado.

















Pájaro en mano no vuela;





cien volando, especulación mental.

















Cuando los animales





se largaban a vociferar





arruinaban todo aquello





que habían comprendido





con su silencio.





















Completar las medias tintas de la memoria





con hemorragias traídas





por canciones de amor.





















La palabra del arco salió tan certera





que de antemano supe





que clavaría en la semilla.





















Mis animales salvajes juntaron furia





hasta romper su jaula





para salir a buscarte.





Te encontraron en un lugar de agua





y supieron ahí que no eran anfibios.





















El desmoronamiento es natural,





el problema fue suponer





que caerían ladrillos





en vez de pura arena.





















No eran balas, eran flores.





Para saber la diferencia









había que salir a detenerlas.

















Justo antes de que llegara al árbol





la fatal rigidez interna,





la rama soltaba la fruta madura.





















Una inercia me conducía a la estación





aún sabiendo que el tren ya se había ido.





La deriva me hacía pensar





que aguantar flotando en el agua





no costaba nada.





















Pensar en todo lo que pesa el mar antes de abrir la boca para tragar el agua.





Comerse un bloque de aire es alimentar a la bestia interna.





















Si la nitidez ha de ser excesiva,





que tenga al menos color y especias.

























Borronearse los contornos de la propia piel





no lograba restarle presencia al fluir de la sangre.





















Invocando a los magos





de la efervescencia mental





para que levanten alguna de las estrellas





que apuntalarán mi cielo.

















Ordenaré en línea recta las lianas de mi camino para tener después de dónde agarrarme.

















El ceño fruncido





guardaba las cosas





que yo no aceptaba tal como eran.





















Encomendarse a la honorable misión de describir el color amarillo sin usar metáforas.





























Acabar con algo hermoso





para ver qué cenizas deja





y descubrir que había sido de fuego





















¿Cuánta nitidez podría caber





en ese pequeño mundo químico?

























Brotó como una ola vibratoria





hacia la cabeza





la sensación pura de Eureka

























Fabricarían a los robots cada vez mejor;





sin embargo los humanos,





a diferencia de aquellos,





parpadeaban a intervalos irregulares.





















Para combatir al insomnio





escaló una montaña.





Una vez en la cima,





le imploró al bien que por mal no viniera.





















No esperaré a que la canción transcurra entera para mutar del hielo al agua.





















Yo alcanzo a pescar nomás





unos pocos canales de aire.





Doy gracias a que mis amigos





transmitan su señal en ellos.





















Esa planta y yo terminamos por hacer





una misma genuflexión,





tras haberme sentido incapaz





de tomar el vaso para regarla.





















La paciencia de quedarse contemplando la arena largamente después de haberla regado.





















Temiendo que la forma cruda





del propio cuerpo





apareciera frente a los demás;





hablaban tanto para no tener que bailar.

















Afinaré mis cuerdas





para poder darme cuenta





de qué melodía





estás haciendo vibrar.

















Tu pronunciación es muy rara. Sua pronunciação é estranha. La tua pronunziazione é strana. Votre prononciation est étrange. Your pronounciation is weird. Uw uitspraak is bizar. Ihr Aussprache ist sonderbar. ваш выговор странен. สำเนียงของเธอช่างแปลกดี.

















El masaje dolió





en aquellas zonas del cuerpo





que guardaban enojo.

















El niño puede jugar





siempre y cuando confíe





en que su madre regresará a buscarlo.





















Acaso el ritmo esté en el tambor





de la misma manera





que el fuego está en el fósforo.





















Lograr tocar un ritmo de tambor





que se llame:





"caminando hacia las voces de mis ancestros".













Alcanzaré a entender lo que sientes





sólo una vez que te abrace.

























Cuando el agua se aquieta demasiado, el fuego la hierve.





Cuando el fuego quema demasiado, el agua lo apaga.





















Con las manos golpeando el tambor





exorcisarle el diablo al viento.





























Sueño ven,





derrótame de un golpe certero





y ocupa mi silla.

















Buscar la mirada cómplice





(aprobatoria) del otro





es aquello que me distingue de un loco.













3 comentarios:

lisandro dijo...

alta literaTURAaa! me encantaAaa

chamote J. dijo...

me gustó leerlo como frases separadas. son frases separadas, no? muy bueno, ojalá que publiques un groso libro.

Dj Bondi dijo...

popeye está drogadooo.jajaja, como me hacés reír...