Confiaré ciegamente
en que el Pájaro en mano
me enseñará a volar
una vez que lo suelte.
El chispazo de realidad compartida
ocurrió por fin
entre dos miradas
que tiritaban de franqueza.
Las ganas de quemar todo alrededor son la ansiedad de ver las propias cenizas antes de morir.
El juego consta de cuatro dados de tinta sólida. Se tira uno, y los demás cambian de color aleatoriamente. El objetivo es que todos los dados vayan quedando del mismo color. Hay 128 colores diferentes.
Negarse a meterse al mar
por la única razón de no haber todavía mojado los piecitos en la orilla.
Elevando la plegaria
que conduce a los planetas
a ingresar puntualmente a su propia danza.
Creo que amarte sería una transición helada o fulgurante.
Y dudo que mis engranajes
estén listos para ello.
El dolor de mis huesos al erguirme
me señala permanentemente mi condición humilde.
Me gustan tus ojos
y quisiera darles en el blanco;
pero igualmente ponete por si acaso
una manzana en la cabeza.
Siento que todo lo que ocurre en mí,
se traduce a su vez en la orilla del agua
de algún modo aleatorio.
Si tocarnos
nosotros
podemos
es gracias a la versión de la proximidad
que funciona en esta atmósfera.
Mis pasos nobles
generan una fuerza de dínamo
que se traduce en presentes
que van cayendo en mi camino.
Si el camino se presenta despejado,
¡es por ahí!
Los Pájaro en mano
nunca transitarían por la maleza.
Escarbar una hendija inicial en el embalse
y contemplar cómo la fuerza del agua
se encarga del resto.
Seguir lanzando botellas al mar
empeoraba más y más la soledad
por las expectativas que llevaban consigo.
Pronunciarle "te amo"
aunque no siendo cierto todavía,
sino para que se cumpla luego.
Esta vez no tropezaré
con mi nuez atragantada
mientras te regalaría el mar con mis ojos.
Al ceño fruncido por tanto juzgarlo todo,
le infiltraremos aire de poema.
Brutus tiene miedo porque Popeye está drogado,
Brutus tiene miedo porque Popeye está drogado
Otra dosis de espinaca
para mantener a Brutus asustado,
otra dosis de espinaca
para mantener a Brutus asustado.
Pájaro en mano no vuela;
cien volando, especulación mental.
Cuando los animales
se largaban a vociferar
arruinaban todo aquello
que habían comprendido
con su silencio.
Completar las medias tintas de la memoria
con hemorragias traídas
por canciones de amor.
La palabra del arco salió tan certera
que de antemano supe
que clavaría en la semilla.
Mis animales salvajes juntaron furia
hasta romper su jaula
para salir a buscarte.
Te encontraron en un lugar de agua
y supieron ahí que no eran anfibios.
El desmoronamiento es natural,
el problema fue suponer
que caerían ladrillos
en vez de pura arena.
No eran balas, eran flores.
Para saber la diferencia
había que salir a detenerlas.
Justo antes de que llegara al árbol
la fatal rigidez interna,
la rama soltaba la fruta madura.
Una inercia me conducía a la estación
aún sabiendo que el tren ya se había ido.
La deriva me hacía pensar
que aguantar flotando en el agua
no costaba nada.
Pensar en todo lo que pesa el mar antes de abrir la boca para tragar el agua.
Comerse un bloque de aire es alimentar a la bestia interna.
Si la nitidez ha de ser excesiva,
que tenga al menos color y especias.
Borronearse los contornos de la propia piel
no lograba restarle presencia al fluir de la sangre.
Invocando a los magos
de la efervescencia mental
para que levanten alguna de las estrellas
que apuntalarán mi cielo.
Ordenaré en línea recta las lianas de mi camino para tener después de dónde agarrarme.
El ceño fruncido
guardaba las cosas
que yo no aceptaba tal como eran.
Encomendarse a la honorable misión de describir el color amarillo sin usar metáforas.
Acabar con algo hermoso
para ver qué cenizas deja
y descubrir que había sido de fuego
¿Cuánta nitidez podría caber
en ese pequeño mundo químico?
Brotó como una ola vibratoria
hacia la cabeza
la sensación pura de Eureka
Fabricarían a los robots cada vez mejor;
sin embargo los humanos,
a diferencia de aquellos,
parpadeaban a intervalos irregulares.
Para combatir al insomnio
escaló una montaña.
Una vez en la cima,
le imploró al bien que por mal no viniera.
No esperaré a que la canción transcurra entera para mutar del hielo al agua.
Yo alcanzo a pescar nomás
unos pocos canales de aire.
Doy gracias a que mis amigos
transmitan su señal en ellos.
Esa planta y yo terminamos por hacer
una misma genuflexión,
tras haberme sentido incapaz
de tomar el vaso para regarla.
La paciencia de quedarse contemplando la arena largamente después de haberla regado.
Temiendo que la forma cruda
del propio cuerpo
apareciera frente a los demás;
hablaban tanto para no tener que bailar.
Afinaré mis cuerdas
para poder darme cuenta
de qué melodía
estás haciendo vibrar.
Tu pronunciación es muy rara. Sua pronunciação é estranha. La tua pronunziazione é strana. Votre prononciation est étrange. Your pronounciation is weird. Uw uitspraak is bizar. Ihr Aussprache ist sonderbar. ваш выговор странен. สำเนียงของเธอช่างแปลกดี.
El masaje dolió
en aquellas zonas del cuerpo
que guardaban enojo.
El niño puede jugar
siempre y cuando confíe
en que su madre regresará a buscarlo.
Acaso el ritmo esté en el tambor
de la misma manera
que el fuego está en el fósforo.
Lograr tocar un ritmo de tambor
que se llame:
"caminando hacia las voces de mis ancestros".
Alcanzaré a entender lo que sientes
sólo una vez que te abrace.
Cuando el agua se aquieta demasiado, el fuego la hierve.
Cuando el fuego quema demasiado, el agua lo apaga.
Con las manos golpeando el tambor
exorcisarle el diablo al viento.
Sueño ven,
derrótame de un golpe certero
y ocupa mi silla.
Buscar la mirada cómplice
(aprobatoria) del otro
es aquello que me distingue de un loco.
3 comentarios:
alta literaTURAaa! me encantaAaa
me gustó leerlo como frases separadas. son frases separadas, no? muy bueno, ojalá que publiques un groso libro.
popeye está drogadooo.jajaja, como me hacés reír...
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