18 julio, 2014

MICROATAJOS

Entre los dos derramábamos azúcar en el agua.
Descubríamos después que esa agua se trataba del mar,
y que cada grano de azúcar que habíamos derramado
eran las palabras que habíamos ido perdiendo cada uno del otro


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Cuando desperté de la anestesia,
mi madre ya no podía caminar.
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Éramos de distintos hemisferios.
Al principio entre nosotros: rayas abiertas de diálogo.
Confesiones entre paréntesis.
Difícil distinguir que parte de sus emociones iban entre comillas y cuáles no.
Cuando mis hojas se caían, ella necesitaba florecer y viceversa.
Igualmente ese cuadro estaba clavado en su casa, no en la mía.
Mis emociones vienen con tilde.
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Hasta que no se abra otra puerta hacia afuera,
Se quema lo más  lentamente posible todo aquello que hay dentro:
Así es la paciencia del fuego.

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Un guiño de alguien con su palabra y
de pronto: la vía láctea, inmensamente pequeña.
(El telescopio es suplantado por el microscopio).
Se abrió una grieta en la propia conciencia
y la usé como atajo.
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Un salmo
musitado al oído por una voz de mujer que nos calma.
Un bálsamo húmedo
para la frente cuando tenemos fiebre.
Una balsa de esponja
que absorbe el mar, pero alcanzamos la costa de todas maneras.

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Para ser el cambio que quería ver en el mundo, se sentó a meditar.
Aquellos que lo miraban al pasar, no podían distinguir qué tan concentrado estaba:
su procesión iba por dentro.
Se incendió su rancho pero no se inmutó.
Al pintar su propia aldea, pintaba el mundo.

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Mientras voy caminando por la calle
con mi cámara de fotos colgada al cuello
se acerca un hombre, y hablando en esperanto,
me pide la hora. Como yo no entiendo ese idioma,
le doy por si acaso una moneda.

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La secuencia de parado-sentado-acostado fue perdiendo el ritmo de fusa hasta hacerse intermitente. Al final se repetía sólo esporádicamente cada ciertos compases, y se hacía imposible identificar si seguía siendo una secuencia o sólo un desorden infinitamente aleatorio.


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Un súbito estertor
que esta vez ha carecido del azar como cómplice 
ocurrió de todas las maneras inexorables.

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Únicamente atreviéndonos a sobrepasar el escozor más álgido
podremos sentir sus caricias redobladas un instante.
Y luego, el entumecimiento.


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Un malón de indios a caballo con lanzas no logra despertarte
mientras custodias el fósforo más pequeño del mundo,
aquél que, de fraccionarse más, perdería el fuego mínimo que contiene.
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El pájaro-mujer se deja acariciar por el agricultor,
mientras ella come de sus frutos
(y sabe que podría escapar cuando lo desee).
El cazador, en cambio, sólo sabe llevársela
una vez estando muerta.

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Vi el alma desnuda de mi peor enemigo
(y dejé de odiarlo)
el día en que lo oí tarareando
mi canción favorita.
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Sentados en círculo alrededor de la mesa
transmitimos frecuencias
que se amalgaman en ruido blanco.
Yo apunto mi antena para poder recibirlo,
lanzo mis dados programables
y lo traigo intacto hacia mí.
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De pequeño te leía el zodíaco
para que te convirtieras en el astrólogo de mi buenaventura.
Aún soy tu madre, pero hoy te digo que la constelación que creíste hablaba de ti,
no es la que te corresponde. Habré de barajar nuevamente.

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Construí para mi hijo una locomotora de juguete
hecha con cenizas de mis ancestros.
Antes y después de jugar con ella,
el pequeño sustituye su lengua materna

por vocablos traídos de vidas pasadas.

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La tela de araña custodia mi sueño por la noche.
Prendo la luz intermitentemente y veo cómo se acumulan sobre ella
los insectos que tratan de interrumpir mi sueño encendido por magnesio.
De día sólo queda tinta sobre papel.

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La idea que hace despertar a alguien
en la mitad de su noche de bifurcación,
es la misma idea que hace dormir a alguien
en su noche de confluencia.

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La piedra repetidamente lastimada por el cincel
no cobra vida,
o bien es infinitamente empequeñecida por las correcciones que hace el escultor,
y termina confundiéndose con el polvo que queda.

El cincel hace sangrar la escultura para que cobre vida
O bien, es reducida infinitamente por las sucesivas correcciones hasta quedar sólo polvo.

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Al digerir el animal muerto que ha comido
el  hombre excreta orgullosamente
una inmundicia que,
cuanto más pestilente,
más logra ahuyentar a los demás de su territorio.

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La canción, ¿sigue siendo tal mientras no suena?
El libro, sustancia menos volátil, en cambio,
hiberna.
Y trama en secreto,
por ejemplo,
la última genuflexión de la bailarina anciana.

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Mientras yo giraba la manivela del carrusel a escondidas,
un hombre se apeó y al mirar a lo lejos
descubrió el horizonte estático por primera vez.
Adivinó donde estaba yo
y se acercó a tocar mi nariz de payaso.

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cenizas para alimentar el árbol que trepará mi hijo.
no necesita baterías.
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En el rompecabezas del cielo hay un agujero.
Por eso los humanos desde la tierra alcanzan a percibir el polvo de estrellas.
Si lo tapamos con un parche, no descubrirán las partículas que hemos usado para acabar con todos los dinosaurios.
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Tendríamos que erradicar el llamado “polvo de estrellas”,
pues los humanos podrían descubrir que todavía contiene micro-partículas del fósforo
que usamos para originar el incendio que acabó con todos los dinosaurios.
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El pubis expuesto de la Gioconda
incitaba el placer erótico de sus espectadores.
La censura de la época hizo que mutilaran el cuadro por debajo de su vientre.

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La bailarina anciana se levanta de su silla de ruedas
para pisar descalza por última vez un escenario.
Se enciende una luz.
Se oye un aplauso mínimo.
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Un preso de por vida,
después de haber estado años encerrado en el mismo calabozo,
descubre extrañado un pequeño grafiti que nunca había visto antes. Y toca su relieve.
En un paisaje distinto, un paleontólogo toca huesos humanos enterrados,
acerca su oído a la tierra
y oye voces de antepasados.

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El libro que no logra ser máquina de guerra
envidia a la canción que puede penetrarlo todo
desde el aire mismo. Simultáneamente.
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las cenizas de metal que dejaron mis abuelos,
las cenizas de vidrio que dejaron mis nietos.
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Un hombre toma al vaso medio vacío y brinda con otro cuyo vaso está medio lleno.
Uno de los dos repone al agua luego de beberla.

si nunca puedo rellenar el vaso medio vacío, siempre lo percibiré medio vacío.
si percibo siempre al vaso medio vacío, nunca podré rellenarlo.
Ambos son las puntas del ovillo.
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inhalar esmog y los bocinazos.
Tragaste con los ojos el cielo del invierno.
engulfar la comida empaquetada mirando concentrado la TV.
corriste los muebles para ver el sol
los auriculares no amortiguan lo que hay alrededor.
el rostro se endurece con la ingratitud ajena.
cada tanto sorbías la efervescencia de las estrellitas en la fuente
pero esta es una danza de la caída perpetua.

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Sorbía las estrellas de esa fuente mientras se mantenían efervescentes.
Cuando salía de su edificio, alzaba su cabeza para tragarse el cielo con los ojos.
Subía el volumen de los auriculares para amortiguar la realidad estruendosa.
Aún flores de dientes de león crecían entre las grietas del pavimento.
Sin embargo, al fin y al cabo admitía que todo no era más que una danza de la caída perpetua.


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La enfermedad es buena
porque indica que el cuerpo está desintoxicándose.
La enfermedad es mala
porque indica que las defensas han fallado.
Una terapia para esconder los síntomas,
otra para sobrellevarlos con paciencia.


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Los ruidos parasitarios del hombre al tomar asiento fueron más interesantes que su discurso.


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Despertó de la anestesia, se tocó la herida por donde acababa de entrar luz: algo faltaba.
El fuego interno transformado en cáncer:
cuanto más vorazmente quiere conquistarlo todo,
más rápidamente muere,
junto con aquello que lo alimenta.

La muerte de aquello que lo alimenta trae aparejada la muerte de sí mismo.

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el fuego y el cáncer por la boca mueren.

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La poesía:
un saco de metal.
Refleja la luz.
Me protege,
pero no me deja mover
—y yo prefiero estar siempre listo
para dar un zarpazo—.

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Transformar tus excrecencias en otra cosa.

Con la lava que excreta su piel
(las hojas sueltas de su propio libro)
quiso construir una máquina de guerra,
pero sólo le alcanzó para construir un palacio hecho con crucigramas de palabras,
para vivir holgadamente.
Un naipe de palabras más, y el castillo seguía ampliándose.
Un día, guiado por un perfume, llegó un caballo
y se comió todo su palacio como alfalfa.
Él se quedó sin nada,
no hizo más que contemplarlo mientras se alejaba,
y admiró su belleza.


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Si nunca en su vida puede enterarse
de la existencia de los espacios abiertos
que rodean al zoológico,
—en donde está su jaula—
acaba por olvidar su razón de ser,
que pasará a ser cualquiera inferior
a la de salir a cazar.

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Y hasta con su propio cadáver
vuelven a la tierra.


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Afortunadamente,
las lombrices,
para procesar los desechos ajenos.
No ven la luz,
pero nutren la tierra.



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Si no, sería como sembrar y cosechar
siempre la misma semilla
en el mismo suelo:
se agota de nutrientes

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Onanismo:
lamerse las bolas
mirándose al espejito.
Dícese de toda aquella poesía
que sólo empieza y termina
con su auto-referencia.


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El tatuador estaba apurado.
Y yo, la madre de todas…
Pero esta vez, me dejó un hijo a medio nacer.
Respira por la nariz,
la boca llena de fluidos.
No llora.
Lo arrastro colgando desde entonces.
Me faltarán piezas para completar su rompecabezas.

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La danza muerta necesita rieles.
El tango descansa sobre durmientes.
No permite descarrilamientos.
la danza tiesa sobre durmientes rancios.



en Plutón me cago de frío,
en tu casa me siento solo.

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Sueño ven,
ya derrótame de un golpe certero
y ocupa mi silla.         

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Esta tarea cuesta arriba
es como encomendarse para siempre
al honorable sacerdocio
de describir el color amarillo
sin usar ninguna metáfora.

Aquí presento, para todos ustedes, una versión moderada de lo que es una hormiga.


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Esas palabras
salieron del arco
tan certeras
que antes de clavarse
supe
que darían justo en su tercer ojo
(y abrirían luz).

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Mis caballos mentales
ya te han transformado en una cosa ideal.

Esta vez me prometo no tropezar
con mi nuez atragantada
mientras que, al mirarte
te regalaría el mar con mis ojos.


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Sus caballos mentales ya la habían transformado en una cosa ideal,
y sus ojos quedaron obscenos de amor.
Ella, quien justamente desnudó esa mirada,
sintió que elegirlo a él
sería como adoptar a un pobre niño desamparado.


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quizá él quería darle todo lo que él es
para que ella le devolviera todo lo que él no es.


con nuestros trajes antiflama irrumpiremos en el infierno y silenciaremos los gritos el recinto con placas absorbentes.



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Sus manos tienen la confianza y la intención de curar.
Por eso curan.

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La biblioteca madre es aquella
Donde puede desplegarse el tablero de instrucciones
para poder salir de todas las bibliotecas menores
contenidas en ella.

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"asintótico": aquello que tiende a acercarse al cero sin llegar nunca: mi indiferencia.

Debo  decirte que las pastillas para dormir no te harán efecto
a menos que te vayas a dormir.


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El miedo infantil
de que entraran moscas en la boca mientras dormía
se convertiría,
progresivamente,
en algo llamado "bruxismo" al despertarme.


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Cosas que dije
todavía fermentan allí,
mientras queda oxígeno.
Entonces
aflojan desde adentro hacia fuera
los clavos del cajón enterrado
(y huelen mal).

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Yo soy un robot estrictamente real,
y trabajo de psicoterapeuta.
Cada vez que sangro frente a lo que dicen mis pacientes,
ellos creen que soy de carne y hueso.

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INTENTARÉ aunque sea por una vez PONER EL CARRO REAL ADELANTE DEL CABALLO MENTAL.



El periodista informa al pintor veterano:
De toda aquella gente que has retratado al óleo,
la mitad eran robots.
(Ocurre que los hacen cada vez mejor).

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Te leeré el horóscopo de cáncer
haciéndote creer que es el de tu signo.
El asado que has comido hoy tan gustosamente
no era más que la carne de tu perro fiel.

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Al mono le tiraban frutas que él ignoraba.
Sólo miraba triste desde atrás de los barrotes.
La patética teoría del bumerán
afirma que aquel pobre mono t que nos mira desde atrás de los barrotes
habría sido,
en una vida pasada,
un criminal sin condena.


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Detenerse a pensar en la decisión de comer un pistacho más o no comerlo en el medio de la película.

El musgo que crece en los lienzos que vendan los bastidores. El lienzo blanco necesario para desperdiciar...

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Cierta civilización ya extinta tenía por costumbre elevar cada día una plegaria
destinada a que los planetas ingresaran puntualmente a su propia danza.
Debido a la creencia de que su ritual era eficaz,
nunca se atrevieron a averiguar qué habría ocurrido
si hubiesen dejado de hacerlo. 

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Esas personas argumentan obtusamente
que no haber todavía mojado sus piecitos en la orilla
es una excusa válida para no meterse de lleno al frío mar.
Acaso cambiarían de parecer si primeramente se atrevieran a sentir el agua.


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Seguía haciendo dedo al costado de la ruta,
mientras ya se hacía de noche
y empezó a sentir frío;
ningún vehículo se detenía para llevarlo.
Consideró la opción de pasar la noche ahí mismo
o bien, cruzarse a la mano de enfrente para ir en dirección opuesta,
ya que pasaban más autos.
Respiró hondo, y se le ocurrió si acaso era necesario,
en realidad,
hacerse un tajo en el brazo
para poder sentir mejor
la dirección en que soplaba el viento.

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En pocos momentos,
cuando el primer rayo de luz de la mañana
se clave en ese cuadro,
me despertará su cuarto menguante.
Entonces ya dejará de mirarme el hombre retratado en él.
Abrirán el museo y yo, por fin
podré escaparme.


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Una sola opción para meditar,
e infinitas para distraerme de la meditación:
En cuanto me descubro a mí mismo meditando,
estoy dejando de hacerlo.


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Hay cuadros que se queman al ser expuestos a la luz.
Y hay pintores que logran que la sombra del color negro simbolice esperanza.

hay cuadros que se queman al ser expuestos a la luz.
Y hay pintores que logran que la sombra del color negro simbolice esperanza.

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Sus manos, capaces de dar bendiciones o masajes, quemaban todo aquello que tocaban.
Lo que su boca recibía, en cambio se transformaba en placebo.


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Ayudar a mi madre a caminar sin dificultad
fue la manera que tuve de evitar
que "Cinco millones de caprichos errantes"
fuera el título de mi autobiografía póstuma.

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Ayunar durante un día entero.
Vaciar el estómago para hacer espacio en la cabeza.
Por obra y gracia de la mente en blanco
llega la sensación de página en blanco:
Todo está por hacerse.

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Quizá este viento que sopla acá
me esté empujando
para llevarme a otro lugar,
desde donde el cual
el deseo de ir,
adonde quiero ir ahora,
desaparezca.

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Antes
de que llorara,
la montaña estaba ahí.
Después de que llorara, la montaña aún seguía ahí.

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Llegó alguien vestido con colores vivos;
su mirada brillante
como si la hubiera tocado una varita mágica
me dijo "es por aquí"...
Era espejismo,
o aun incluso,
domesticación de la marea.


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No quisiera que la distancia entre tu boca y la mía
quede ocupada por palabras
que me he arrepentido de decir.

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Quemar algo hermoso
sólo para confirmar
que contenía fuego,
y lo que queda
no es otra cosa
más que las propias cenizas
(antes de morir).

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Las gruesas paredes del hospital público
transpiran
humedad de medicamentos,
respiran
junto con los pacientes asilados allí,
(que prefieren ver el sol y no lo saben).
Los gatos de la calle
las miran desde afuera,
siguen de largo,
evitan treparlas.


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Todos los niños del mundo tenemos derecho
a estirar nuestros brazos
para saludar al sol.
Todos los niños del mundo tenemos derecho
a extender los brazos bien alto
aunque crezcamos en una pequeña celda.


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Cuando nos quedamos a solas, ella me miró como aclarando que podía utilizar su lenguaje corporal con mucha impunidad si así lo quisiera.
Y yo, mansamente,
bajé la mirada.

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De pronto, lo que alguien dice es interrumpido
por un cuerpo minusválido
que se pone de pie.
Y lo que dice alguien más es interrumpido
por otro cuerpo que baila y
deja de poder caminar.
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Un niño toma una lata de espinaca de Popeye y descubre cocaína mezclada con la espinaca.


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La sangre que sueltan aquellas lapiceras
de grueso calibre
no se redime con el agua.

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Ya viste la forma cruda de mi cuerpo
sin palabras que lo vistieran.
¿Y qué vas a hacer ahora?

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Una horda de niños admiradores de Popeye, tras la reiterada frustración de nunca obtener de la espinaca los mismos efectos de euforia y sensación de grandiosidad que aquél, decide realizar una protesta en su casa. Dentro de sus latas de espinaca es descubierto, mezclado con ésta, un polvito blanco llamado "cocaína". Popeye reconoce públicamente su adicción y decide retirarse de toda actividad cinematográfica. 

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Un sinnúmero de intersticios minúsculos de tu cuerpo
piden a gritos desperezarse.
Si apenas cabes en la celda que es tu propio cuerpo,
¿dónde puedes vivir entonces?

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Hotel en Asia
te pusiste la camisa esa que te cubría bien los huesos.
la camisa
con el cuello ése que le daba forma a tu ser
te protegía de la pregunta de quién,
quién sos,
o qué queda de tu cuerpo.
luego encontraste un hotel en donde depositar tus huesos.
una cama chata alcanzaba
para acariciar los huesos durante la noche.

Se te cruzó el pensamiento de que los chinos suelen comer cosas muy apelmasadas.
tragaste la pastilla para dormir y mientras esperabas que te vinieran los efectos, conociste a la mujer de tu vida.
Supiste de inmediato que era la que siempre buscaste.
Pero en seguida, la modorra química tomó cuerpo, se hizo implacable
un bloque de piedra te hundió la cabeza en la almohada
te empujó el sueño al acantilado y no quedaba otra opción más que arrojarse.
Nunca pudiste hablarle a la mujer.

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Tenías puesta una camisa que te cubría bien los huesos,
que le daba forma a tu ser,
te protegía de la pregunta de quién sos.
Una cama de hotel barato alcanzaba para esa noche.
Tragaste la pastilla para dormir, y mientras esperabas su efecto, saliste a ver vidrieras de negocios cerrados. Y en eso, conociste a la mujer de tu vida. Pero en seguida, la modorra química tomó cuerpo,
un bloque de piedra te hundió la cabeza en la almohada, implacablemente.
Nunca pudiste hablarle a la mujer.

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Más vale que el Pájaro en Mano
me enseñe a volar
una vez que lo suelte.


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Lanzar botellas con mensajes al mar
sólo para tener noción del tiempo que transcurre
hasta que la orilla nos las devuelve.
E interpretar las marcas que el mar les ha dejado
como única respuesta.

Durante los años que transcurren
entre que lanzamos una botella al mar y
la orilla nos la devuelve….
La esperanza de ser rescatados algún día no aumenta,
sí la ansiedad.

La orilla nos ha ido devolviendo cada botella que hemos lanzado al mar retraso.
En vez de aumentar la esperanza de ser rescatados algún día,
lo único que hacen es alimentar nuestra ansiedad.


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“Imaginé que de repente
una aguja tuya
pinchada en mi tiempo,
funcionando,
se había hecho muy factible.”
(…)
Y el chispazo de realidad compartida
ocurrió,
por fin,
entre dos miradas
que tiritaban de franqueza.

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Me gustan tus ojos
y quisiera darles
en el blanco;
pero igualmente ponete
por si acaso
una manzana en la cabeza.


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Decirle "te amo"
prematuramente
aunque no sea cierto
todavía,
sino para que se cumpla después.

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El círculo vicioso de usar la auto-conciencia
para tratar de desenchufar a la misma conciencia:
procedimientos inútiles para tratar el insomnio.

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Quemado sobre quemado
en una noche como ésta,
en la que todo lo que ocurre es verdad.
Y sólo queda acelerar más
(y acabar con todo).
Felicidá:
1. demasiado cerca como para lograr ponerla en foco.
2. inevitable.
3. ahora o nunca.

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Si alcanzamos
a tocarnos
nosotros
aquí
es gracias a la versión de la proximidad
que funciona en esta atmósfera.
           

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El juego consta de cuatro dados de tinta sólida.
Se tira uno, y los demás cambian de color aleatoriamente.
El objetivo es que todos los dados vayan quedando del mismo color. Hay ciento veintiocho colores diferentes.
Entretanto, todos los hombrecitos de allí abajo
seguirán caminando errantes.


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Siento que todo lo que acontece en mí,
se traduce a su vez en la orilla del agua
de algún modo aleatorio.
La playa queda a cinco pasos solamente;
y los tres primeros ya son los que me alejan de ella.


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El ceño fruncido,
aquel que todo lo juzga
de tanto negarse a aceptar
las cosas como son en realidad,
va endureciéndose año tras año.



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Ante todo, agradezco.
En eso, mis pasos nobles
generan una fuerza de dínamo
que se traduce en regalitos inverosímiles
que van cayendo
en mi camino.
Los veo,
los recolecto,
y agradezco otra vez.

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"Pájaro en mano" no puede volar;
"ciento volando", masturbación mental.


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Al final era una cuestión de dejar que la miel cayera como tal.
Solamente escarbar una hendija inicial en el embalse
y contemplar cómo,
la pura fuerza del agua,
sola se encarga
de romper el resto
y abrirse paso.


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Cuando los animales sueltos
se largaban a vociferar,
arruinaban todo aquello que habían comprendido
con su silencio.


Podrás completar las medias tintas
de tu memoria
gracias a unas hemorragias evocadas
por ciertas canciones de amor
(que sonarán en la radio).

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No se trata de una sensación de hambre.
Tanto los terrones de aire que tragaba,
Como todo aquello que tocaba su boca
Se convertían en alimento para la bestia de sus entrañas.
Y crea la preocupación de todo lo que pesaría el río quieto
antes de abrir la boca sedienta por beber el agua.
Y su boca termina ensuciándose de palabras.


La boca se ensucia entonces con palabras impuras.


La bestia en sus entrañas crece
con cada terrón de aire que ella traga.



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Una pastilla con prospecto
Qué tan grande es el mundo que podría contener

¿Cuánta nitidez podría caber
en el pequeño mundo químico de esta píldora con prospecto?
Si la nitidez ha de ser excesiva,
que traiga al menos fulgor y especias.


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Mis animales salvajes
juntaron furia
hasta romper su jaula
para salir a buscarte.
Te encontraron en un lugar de agua,
se dieron cuenta allí
de que no podían ser anfibios,
(y dejaron irte).

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“Nunca he estado aquí”
solía ser tu perfume.
Sin embargo,
borronearse los contornos de la propia piel
nunca ha servido para restarle presencia
al inequívoco
fluir de la sangre.       

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En un momento equis
la sensación verdadera de "Eureka"
brotó como una ola vibratoria
hasta florecer en la cabeza.
Lo que pasó después
se tradujo en hechos,
no palabras.

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El desmoronamiento es natural:
el problema fue haber supuesto
que caerían ladrillos
en vez de pura arena.

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De rodillas,
invocando a los magos de la efervescencia mental
para que levanten alguna de las estrellas
que apuntalarán los márgenes de mi cielorraso infinito.
(Mi cielo de sábana enorme…
(que creo yo que es un lindo cielo).

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Desde aquel entonces
fabricarían a los robots
cada vez mejor.
Sin embargo los humanos,
a diferencia de aquellos,
parpadeaban a intervalos irregulares.

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No eran balas,
eran flores.
Por si acaso seguimos agachados, porque
para saber la diferencia entre ambas,
había que salir a detenerlas.
           
:::::::::::::::::::::::::::::::::


Para combatir al insomnio,
el hombre escaló una montaña.
Una vez en la cima,
le imploró al bien
que por mal no viniera.


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No esperaré a que la canción transcurra entera
para mutar del hielo al agua.
Mi danza no será interrumpida.


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Aun sabiendo que el tren
ya se había ido
una inercia siguió conduciéndome
a la estación de todas maneras.
Era la cómoda deriva
que, engañosamente,
me hacía sentir que podía seguir flotando en el agua
todo el tiempo del mundo,
(y que no costaba nada de nada).

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Yo alcanzo a pescar nomás
unos pocos canales de aire.
Entonces doy gracias a que mis amigos
tienen la gentileza de transmitir su señal en ellos.


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Tú hablas,
y te escucho.
Pero...
¿yo cómo podría, mujer, entender lo que sientes
sin abrazarte primero?
Y tú, hablando apenas dos palabras de mi lengua materna.


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Después de haberme sentido
siempre incapaz de tomar el vaso de agua
para regar a esta planta,
terminé estando
junto a ella,
igualmente agachado.


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Cuando regreses,
me encontrarás
en un lugar neutral
tocando un ritmo de tambor
que se llama
"caminando hacia las voces
de mis ancestros".

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Siempre han existido hombres
que riegan
la arena del desierto,
y se quedan contemplando
con larguísima paciencia,
a que algo germine.


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Temiendo que la forma cruda
del propio cuerpo
apareciera
frente a los demás...
(hablaban tanto para no tener que bailar).


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Podré darme cuenta
de qué melodía se trata
la que estás haciendo vibrar
sólo una vez que yo afine mis propias cuerdas.


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El dolor despertado por el masaje terapéutico
en ciertas zonas del cuerpo que habían acumulado angustia
evocó consigo ciertas memorias adormecidas
ligadas a él.



Justamente en aquellos puntos del cuerpo
que, a lo largo de los años,
habrían acumulado angustia,
el masaje terapéutico despertó dolor.
Y evocaría también ciertas memorias ligadas a él.


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Querido Hijo: Si tu agua se aquietara demasiado,
tu fuego la agitará al hervirla.
Y si tu fuego quemara demasiado,
tu agua lo calmará al apagarlo.

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El niño dejará de poder concentrarse
en su juego en solitario
cuando la espera por su madre
se haga muy larga,
y empiece a dudar
de que en algún momento
ella regresará a buscarlo.

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La costumbre de buscar la mirada cómplice
(o aprobatoria) del semejante
es aquello que más me distingue de un loco.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



Cada uno de ellos dos llevaba consigo
una película mental, según la cual
personajes análogos y escenas contiguas
se intersecaban en algún punto.
Sólo así, el encuentro entre ambos
en la vida real 
fue posible.



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ellos se esfuerzan para desarrollar ciertas ventosas.
Ventosas concebidas para intentar aferrarse
a unas olas que resbalan siempre,
o a la arena misma
que se escurre y no cabe otra.
           

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Mi cuerpo obedece mansamente todas mis órdenes.
El problema es que desconoce qué tan loco estoy.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



Te pido por favor que no salpiques la mejor parte de la película
con sangre de verdad,
(pues no deberíamos ensayar esto aquí).


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::

los únicos astros
que saben lo que me sucederá
están demasiado lejos.



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El robot pedía monedas en el subte.
Debido a su inexpresividad emocional y la monotonía de su voz,
casi no lograba no lograba convencer a los pasajeros
de que sus hijos verdaderamente pasaban hambruna.



El pobre robot, totalmente desprovisto de expresión facial alguna,



:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


En ese planeta el agua se hace carne por debajo de los 37 grados centígrados.
Aparte de eso, no hay muchas más conjeturas que pueda demostrarte. 
Donde mis instrumentos de medición pierdan eficacia, echaré mano a la estadística inferencial.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Bajo el principio de “Ser el cambio que quieras ver en el mundo”. Chito la boca y ojos cerrados,
Meditando, pintó su aldea.  Un día se incendió su rancho pero él siguió meditando imperturbable.
Aquellos que lo miraban meditar no podían saber si meditaba realmente o si sólo fingía.

“Cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo”. Entonces se quedaba chito la boca, bajo un principio onanista. ¿Alcanzaría con eso? bajo la lógica de cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo . pintarás tu aldea  con tus propios colores pintarás el mundo. cerró los ojos, meditó. se incendió su rancho. siguió meditando imperturbable. chito la boca.
meditación caída en onanismo.

Confió ciegamente en cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo.
Se sentó en el suelo a meditar día y noche, incansablemente.
Aquellos que pasaban no lograban discernir qué tan concentrado en la meditación él estaba, pero la procesión iba por dentro. O si hubiese reaccionado en el caso de incendiarse su choza.
Esa fue su mejor manera de pintar su aldea, su mejor manera de pintar el mundo.

Concentrándose en la pequeñísima llama dentro suyo  pintó el mundo que quiso ver fuera.
Lo que hizo fue sentarse a meditar.

Acariciar a un gato hasta que comprenda las caricias humanas.
Enhebrar su propia mecedora de mimbre.
Tanto una acción como la otra representaban su pequeña manera de pintar el mundo.
Antes de eso, había hecho silencio, cerrado los ojos, y meditado.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Todas las máquinas ya han sido inventadas.
Falta enchufarlas desde las aulas y  ponerles aceites desde las cárceles.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::







:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Las dos manos actuando bajo la tónica de la mutua ingestión 
despliegan ademanes imposibles de ser interpretados,
tanto en Oriente  como en Occidente.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Si al señor Abel le quitáramos el cerebro para transplantárselo al señor Caín,
no concluiríamos que Caín ha recibido un cerebro nuevo,
sino, en cambio, que Abel ha recibido un cuerpo nuevo.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Siento dolor al pellizcarme,
luego existo.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::



El hormigueo de las cosas
que parecen estables
de la que ellos habrían sido testigos,
sería un indicio del aliento del diablo,
(que últimamente no hacía más que tímidas apariciones en fábulas de bolsillo).





:::::::::::::::::::::::::::::::

El gato observa a las personas desde una cornisa.
Y es sólo ante la presencia de los incautos,
en efecto,
que oculta su quinta pata.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::


Si los pasajeros se tornan balbuceantes
y recurren a la higuera que hay a bordo a la espera de frutas
(en ésta época del año),
entonces quiere decir que estamos yendo demasiado rápido.

:::::::::::::::::::::::::::::



Sé que algunos rulemanes ya no están para estos trotes...
De todas maneras, no viene al caso felicitar a los que han funcionado bien hasta aquí...
pues felicitar a los rulemanes sería cosa de duendes*.
*(ajenos a esta fábula).


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Onanismo:
lamerse las bolas
mirándose al espejito.
Dícese de toda aquella poesía
que sólo empieza y termina
con su auto-referencia.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


El tatuador estaba apurado.
Y yo, la madre de todas…
Pero esta vez, me dejó un hijo a medio nacer.
Respira por la nariz,
la boca llena de fluidos.
No llora.
Lo arrastro colgando desde entonces.
Me faltarán piezas para completar su rompecabezas.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

La danza muerta necesita rieles.
El tango descansa sobre durmientes.
No permite descarrilamientos.
la danza tiesa sobre durmientes rancios.



en Plutón me cago de frío,
en tu casa me siento solo.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Sueño ven,
ya derrótame de un golpe certero
y ocupa mi silla.         

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esta tarea cuesta arriba
es como encomendarse para siempre
al honorable sacerdocio
de describir el color amarillo
sin usar ninguna metáfora.

Aquí presento, para todos ustedes, una versión moderada de lo que es una hormiga.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esas palabras
salieron del arco
tan certeras
que antes de clavarse
supe
que darían justo en su tercer ojo
(y abrirían luz).

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Mis caballos mentales
ya te han transformado en una cosa ideal.

Esta vez me prometo no tropezar
con mi nuez atragantada
mientras que, al mirarte
te regalaría el mar con mis ojos.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Sus caballos mentales ya la habían transformado en una cosa ideal,
y sus ojos quedaron obscenos de amor.
Ella, quien justamente desnudó esa mirada,
sintió que elegirlo a él
sería como adoptar a un pobre niño desamparado.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
quizá él quería darle todo lo que él es
para que ella le devolviera todo lo que él no es.


con nuestros trajes antiflama irrumpiremos en el infierno y silenciaremos los gritos el recinto con placas absorbentes.



____________________________________________________________________________
Sus manos tienen la confianza y la intención de curar.
Por eso curan.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
La biblioteca madre es aquella
Donde puede desplegarse el tablero de instrucciones
para poder salir de todas las bibliotecas menores
contenidas en ella.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

"asintótico": aquello que tiende a acercarse al cero sin llegar nunca: mi indiferencia.

Debo  decirte que las pastillas para dormir no te harán efecto
a menos que te vayas a dormir.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El miedo infantil
de que entraran moscas en la boca mientras dormía
se convertiría,
progresivamente,
en algo llamado "bruxismo" al despertarme.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Cosas que dije
todavía fermentan allí,
mientras queda oxígeno.
Entonces
aflojan desde adentro hacia fuera
los clavos del cajón enterrado
(y huelen mal).

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Yo soy un robot estrictamente real,
y trabajo de psicoterapeuta.
Cada vez que sangro frente a lo que dicen mis pacientes,
ellos creen que soy de carne y hueso.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


INTENTARÉ aunque sea por una vez PONER EL CARRO REAL ADELANTE DEL CABALLO MENTAL.



El periodista informa al pintor veterano:
De toda aquella gente que has retratado al óleo,
la mitad eran robots.
(Ocurre que los hacen cada vez mejor).

__________
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Te leeré el horóscopo de cáncer
haciéndote creer que es el de tu signo.
El asado que has comido hoy tan gustosamente
no era más que la carne de tu perro fiel.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Al mono le tiraban frutas que él ignoraba.
Sólo miraba triste desde atrás de los barrotes.
La patética teoría del bumerán
afirma que aquel pobre mono t que nos mira desde atrás de los barrotes
habría sido,
en una vida pasada,
un criminal sin condena.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::




Detenerse a pensar en la decisión de comer un pistacho más o no comerlo en el medio de la película.

El musgo que crece en los lienzos que vendan los bastidores. El lienzo blanco necesario para desperdiciar...

_________________________________________________________________________________________----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------__



Cierta civilización ya extinta tenía por costumbre elevar cada día una plegaria
destinada a que los planetas ingresaran puntualmente a su propia danza.
Debido a la creencia de que su ritual era eficaz,
nunca se atrevieron a averiguar qué habría ocurrido
si hubiesen dejado de hacerlo. 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esas personas argumentan obtusamente
que no haber todavía mojado sus piecitos en la orilla
es una excusa válida para no meterse de lleno al frío mar.
Acaso cambiarían de parecer si primeramente se atrevieran a sentir el agua.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Seguía haciendo dedo al costado de la ruta,
mientras ya se hacía de noche
y empezó a sentir frío;
ningún vehículo se detenía para llevarlo.
Consideró la opción de pasar la noche ahí mismo
o bien, cruzarse a la mano de enfrente para ir en dirección opuesta,
ya que pasaban más autos.
Respiró hondo, y se le ocurrió si acaso era necesario,
en realidad,
hacerse un tajo en el brazo
para poder sentir mejor
la dirección en que soplaba el viento.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


En pocos momentos,
cuando el primer rayo de luz de la mañana
se clave en ese cuadro,
me despertará su cuarto menguante.
Entonces ya dejará de mirarme el hombre retratado en él.
Abrirán el museo y yo, por fin
podré escaparme.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Una sola opción para meditar,
e infinitas para distraerme de la meditación:
En cuanto me descubro a mí mismo meditando,
estoy dejando de hacerlo.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Hay cuadros que se queman al ser expuestos a la luz.
Y hay pintores que logran que la sombra del color negro simbolice esperanza.

hay cuadros que se queman al ser expuestos a la luz.
Y hay pintores que logran que la sombra del color negro simbolice esperanza.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Sus manos, capaces de dar bendiciones o masajes, quemaban todo aquello que tocaban.
Lo que su boca recibía, en cambio se transformaba en placebo.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ayudar a mi madre a caminar sin dificultad
fue la manera que tuve de evitar
que "Cinco millones de caprichos errantes"
fuera el título de mi autobiografía póstuma.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Ayunar durante un día entero.
Vaciar el estómago para hacer espacio en la cabeza.
Por obra y gracia de la mente en blanco
llega la sensación de página en blanco:
Todo está por hacerse.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Quizá este viento que sopla acá
me esté empujando
para llevarme a otro lugar,
desde donde el cual
el deseo de ir,
adonde quiero ir ahora,
desaparezca.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Antes
de que llorara,
la montaña estaba ahí.
Después de que llorara, la montaña aún seguía ahí.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Llegó alguien vestido con colores vivos;
su mirada brillante
como si la hubiera tocado una varita mágica
me dijo "es por aquí"...
Era espejismo,
o aun incluso,
domesticación de la marea.


::::::::::::::::::::::::::::::::


No quisiera que la distancia entre tu boca y la mía
quede ocupada por palabras
que me he arrepentido de decir.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Quemar algo hermoso
sólo para confirmar
que contenía fuego,
y lo que queda
no es otra cosa
más que las propias cenizas
(antes de morir).

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Las gruesas paredes del hospital público
transpiran
humedad de medicamentos,
respiran
junto con los pacientes asilados allí,
(que prefieren ver el sol y no lo saben).
Los gatos de la calle
las miran desde afuera,
siguen de largo,
evitan treparlas.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Todos los niños del mundo tenemos derecho
a estirar nuestros brazos
para saludar al sol.
Todos los niños del mundo tenemos derecho
a extender los brazos bien alto
aunque crezcamos en una pequeña celda.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Cuando nos quedamos a solas, ella me miró como aclarando que podía utilizar su lenguaje corporal con mucha impunidad si así lo quisiera.
Y yo, mansamente,
bajé la mirada.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

De pronto, lo que alguien dice es interrumpido
por un cuerpo minusválido
que se pone de pie.
Y lo que dice alguien más es interrumpido
por otro cuerpo que baila y
deja de poder caminar.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Un niño toma una lata de espinaca de Popeye y descubre cocaína mezclada con la espinaca.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

La sangre que sueltan aquellas lapiceras
de grueso calibre
no se redime con el agua.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Ya viste la forma cruda de mi cuerpo
sin palabras que lo vistieran.
¿Y qué vas a hacer ahora?

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Una horda de niños admiradores de Popeye, tras la reiterada frustración de nunca obtener de la espinaca los mismos efectos de euforia y sensación de grandiosidad que aquél, decide realizar una protesta en su casa. Dentro de sus latas de espinaca es descubierto, mezclado con ésta, un polvito blanco llamado "cocaína". Popeye reconoce públicamente su adicción y decide retirarse de toda actividad cinematográfica. 

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Un sinnúmero de intersticios minúsculos de tu cuerpo
piden a gritos desperezarse.
Si apenas cabes en la celda que es tu propio cuerpo,
¿dónde puedes vivir entonces?

:::::::::::::::__________:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Hotel en Asia
te pusiste la camisa esa que te cubría bien los huesos.
la camisa
con el cuello ése que le daba forma a tu ser
te protegía de la pregunta de quién,
quién sos,
o qué queda de tu cuerpo.
luego encontraste un hotel en donde depositar tus huesos.
una cama chata alcanzaba
para acariciar los huesos durante la noche.

Se te cruzó el pensamiento de que los chinos suelen comer cosas muy apelmasadas.
tragaste la pastilla para dormir y mientras esperabas que te vinieran los efectos, conociste a la mujer de tu vida.
Supiste de inmediato que era la que siempre buscaste.
Pero en seguida, la modorra química tomó cuerpo, se hizo implacable
un bloque de piedra te hundió la cabeza en la almohada
te empujó el sueño al acantilado y no quedaba otra opción más que arrojarse.
Nunca pudiste hablarle a la mujer.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Tenías puesta una camisa que te cubría bien los huesos,
que le daba forma a tu ser,
te protegía de la pregunta de quién sos.
Una cama de hotel barato alcanzaba para esa noche.
Tragaste la pastilla para dormir, y mientras esperabas su efecto, saliste a ver vidrieras de negocios cerrados. Y en eso, conociste a la mujer de tu vida. Pero en seguida, la modorra química tomó cuerpo,
un bloque de piedra te hundió la cabeza en la almohada, implacablemente.
Nunca pudiste hablarle a la mujer.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Más vale que el Pájaro en Mano
me enseñe a volar
una vez que lo suelte.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Lanzar botellas con mensajes al mar
sólo para tener noción del tiempo que transcurre
hasta que la orilla nos las devuelve.
E interpretar las marcas que el mar les ha dejado
como única respuesta.

Durante los años que transcurren
entre que lanzamos una botella al mar y
la orilla nos la devuelve….
La esperanza de ser rescatados algún día no aumenta,
sí la ansiedad.

La orilla nos ha ido devolviendo cada botella que hemos lanzado al mar retraso.
En vez de aumentar la esperanza de ser rescatados algún día,
lo único que hacen es alimentar nuestra ansiedad.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
“Imaginé que de repente
una aguja tuya
pinchada en mi tiempo,
funcionando,
se había hecho muy factible.”
(…)
Y el chispazo de realidad compartida
ocurrió,
por fin,
entre dos miradas
que tiritaban de franqueza.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Me gustan tus ojos
y quisiera darles
en el blanco;
pero igualmente ponete
por si acaso
una manzana en la cabeza.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Decirle "te amo"
prematuramente
aunque no sea cierto
todavía,
sino para que se cumpla después.

::::::::::::::::::::::::::


El círculo vicioso de usar la auto-conciencia
para tratar de desenchufar a la misma conciencia:
procedimientos inútiles para tratar el insomnio.

:::::::::::::::::::::::::::::::::


Quemado sobre quemado
en una noche como ésta,
en la que todo lo que ocurre es verdad.
Y sólo queda acelerar más
(y acabar con todo).
Felicidá:
1. demasiado cerca como para lograr ponerla en foco.
2. inevitable.
3. ahora o nunca.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Si alcanzamos
a tocarnos
nosotros
aquí
es gracias a la versión de la proximidad
que funciona en esta atmósfera.
           

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


El juego consta de cuatro dados de tinta sólida.
Se tira uno, y los demás cambian de color aleatoriamente.
El objetivo es que todos los dados vayan quedando del mismo color. Hay ciento veintiocho colores diferentes.
Entretanto, todos los hombrecitos de allí abajo
seguirán caminando errantes.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Siento que todo lo que acontece en mí,
se traduce a su vez en la orilla del agua
de algún modo aleatorio.
La playa queda a cinco pasos solamente;
y los tres primeros ya son los que me alejan de ella.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


El ceño fruncido,
aquel que todo lo juzga
de tanto negarse a aceptar
las cosas como son en realidad,
va endureciéndose año tras año.



:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Ante todo, agradezco.
En eso, mis pasos nobles
generan una fuerza de dínamo
que se traduce en regalitos inverosímiles
que van cayendo
en mi camino.
Los veo,
los recolecto,
y agradezco otra vez.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


"Pájaro en mano" no puede volar;
"ciento volando", masturbación mental.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Al final era una cuestión de dejar que la miel cayera como tal.
Solamente escarbar una hendija inicial en el embalse
y contemplar cómo,
la pura fuerza del agua,
sola se encarga
de romper el resto
y abrirse paso.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Cuando los animales sueltos
se largaban a vociferar,
arruinaban todo aquello que habían comprendido
con su silencio.


Podrás completar las medias tintas
de tu memoria
gracias a unas hemorragias evocadas
por ciertas canciones de amor
(que sonarán en la radio).

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


No se trata de una sensación de hambre.
Tanto los terrones de aire que tragaba,
Como todo aquello que tocaba su boca
Se convertían en alimento para la bestia de sus entrañas.
Y crea la preocupación de todo lo que pesaría el río quieto
antes de abrir la boca sedienta por beber el agua.
Y su boca termina ensuciándose de palabras.


La boca se ensucia entonces con palabras impuras.


La bestia en sus entrañas crece
con cada terrón de aire que ella traga.



:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Una pastilla con prospecto
Qué tan grande es el mundo que podría contener

¿Cuánta nitidez podría caber
en el pequeño mundo químico de esta píldora con prospecto?
Si la nitidez ha de ser excesiva,
que traiga al menos fulgor y especias.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Mis animales salvajes
juntaron furia
hasta romper su jaula
para salir a buscarte.
Te encontraron en un lugar de agua,
se dieron cuenta allí
de que no podían ser anfibios,
(y dejaron irte).

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

“Nunca he estado aquí”
solía ser tu perfume.
Sin embargo,
borronearse los contornos de la propia piel
nunca ha servido para restarle presencia
al inequívoco
fluir de la sangre.       

::::::::::::::::::::::::::::::


En un momento equis
la sensación verdadera de "Eureka"
brotó como una ola vibratoria
hasta florecer en la cabeza.
Lo que pasó después
se tradujo en hechos,
no palabras.

::::::::::::::::::::::::::::

El desmoronamiento es natural:
el problema fue haber supuesto
que caerían ladrillos
en vez de pura arena.

::::::::::::::::::::::::::::::


De rodillas,
invocando a los magos de la efervescencia mental
para que levanten alguna de las estrellas
que apuntalarán los márgenes de mi cielorraso infinito.
(Mi cielo de sábana enorme…
(que creo yo que es un lindo cielo).

:::::::::::::::::::::::::::::

Desde aquel entonces
fabricarían a los robots
cada vez mejor.
Sin embargo los humanos,
a diferencia de aquellos,
parpadeaban a intervalos irregulares.

:::::::::::::::::::::::::::::

No eran balas,
eran flores.
Por si acaso seguimos agachados, porque
para saber la diferencia entre ambas,
había que salir a detenerlas.
           
:::::::::::::::::::::::::::::::::


Para combatir al insomnio,
el hombre escaló una montaña.
Una vez en la cima,
le imploró al bien
que por mal no viniera.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::

No esperaré a que la canción transcurra entera
para mutar del hielo al agua.
Mi danza no será interrumpida.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Aun sabiendo que el tren
ya se había ido
una inercia siguió conduciéndome
a la estación de todas maneras.
Era la cómoda deriva
que, engañosamente,
me hacía sentir que podía seguir flotando en el agua
todo el tiempo del mundo,
(y que no costaba nada de nada).

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Yo alcanzo a pescar nomás
unos pocos canales de aire.
Entonces doy gracias a que mis amigos
tienen la gentileza de transmitir su señal en ellos.


:::::::::::::::::::::::::

Tú hablas,
y te escucho.
Pero...
¿yo cómo podría, mujer, entender lo que sientes
sin abrazarte primero?
Y tú, hablando apenas dos palabras de mi lengua materna.


::::::::::::::::::::::::::::::::::

Después de haberme sentido
siempre incapaz de tomar el vaso de agua
para regar a esta planta,
terminé estando
junto a ella,
igualmente agachado.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Cuando regreses,
me encontrarás
en un lugar neutral
tocando un ritmo de tambor
que se llama
"caminando hacia las voces
de mis ancestros".

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Siempre han existido hombres
que riegan
la arena del desierto,
y se quedan contemplando
con larguísima paciencia,
a que algo germine.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Temiendo que la forma cruda
del propio cuerpo
apareciera
frente a los demás...
(hablaban tanto para no tener que bailar).


::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Podré darme cuenta
de qué melodía se trata
la que estás haciendo vibrar
sólo una vez que yo afine mis propias cuerdas.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


El dolor despertado por el masaje terapéutico
en ciertas zonas del cuerpo que habían acumulado angustia
evocó consigo ciertas memorias adormecidas
ligadas a él.



Justamente en aquellos puntos del cuerpo
que, a lo largo de los años,
habrían acumulado angustia,
el masaje terapéutico despertó dolor.
Y evocaría también ciertas memorias ligadas a él.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



Querido Hijo: Si tu agua se aquietara demasiado,
tu fuego la agitará al hervirla.
Y si tu fuego quemara demasiado,
tu agua lo calmará al apagarlo.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


El niño dejará de poder concentrarse
en su juego en solitario
cuando la espera por su madre
se haga muy larga,
y empiece a dudar
de que en algún momento
ella regresará a buscarlo.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



La costumbre de buscar la mirada cómplice
(o aprobatoria) del semejante
es aquello que más me distingue de un loco.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



Cada uno de ellos dos llevaba consigo
una película mental, según la cual
personajes análogos y escenas contiguas
se intersecaban en algún punto.
Sólo así, el encuentro entre ambos
en la vida real 
fue posible.



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ellos se esfuerzan para desarrollar ciertas ventosas.
Ventosas concebidas para intentar aferrarse
a unas olas que resbalan siempre,
o a la arena misma
que se escurre y no cabe otra.
           

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Mi cuerpo obedece mansamente todas mis órdenes.
El problema es que desconoce qué tan loco estoy.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



Te pido por favor que no salpiques la mejor parte de la película
con sangre de verdad,
(pues no deberíamos ensayar esto aquí).


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::

los únicos astros
que saben lo que me sucederá
están demasiado lejos.



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El robot pedía monedas en el subte.
Debido a su inexpresividad emocional y la monotonía de su voz,
casi no lograba no lograba convencer a los pasajeros
de que sus hijos verdaderamente pasaban hambruna.



El pobre robot, totalmente desprovisto de expresión facial alguna,



:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


En ese planeta el agua se hace carne por debajo de los 37 grados centígrados.
Aparte de eso, no hay muchas más conjeturas que pueda demostrarte. 
Donde mis instrumentos de medición pierdan eficacia, echaré mano a la estadística inferencial.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Bajo el principio de “Ser el cambio que quieras ver en el mundo”. Chito la boca y ojos cerrados,
Meditando, pintó su aldea.  Un día se incendió su rancho pero él siguió meditando imperturbable.
Aquellos que lo miraban meditar no podían saber si meditaba realmente o si sólo fingía.

“Cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo”. Entonces se quedaba chito la boca, bajo un principio onanista. ¿Alcanzaría con eso? bajo la lógica de cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo . pintarás tu aldea  con tus propios colores pintarás el mundo. cerró los ojos, meditó. se incendió su rancho. siguió meditando imperturbable. chito la boca.
meditación caída en onanismo.

Confió ciegamente en cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo.
Se sentó en el suelo a meditar día y noche, incansablemente.
Aquellos que pasaban no lograban discernir qué tan concentrado en la meditación él estaba, pero la procesión iba por dentro. O si hubiese reaccionado en el caso de incendiarse su choza.
Esa fue su mejor manera de pintar su aldea, su mejor manera de pintar el mundo.

Concentrándose en la pequeñísima llama dentro suyo  pintó el mundo que quiso ver fuera.
Lo que hizo fue sentarse a meditar.

Acariciar a un gato hasta que comprenda las caricias humanas.
Enhebrar su propia mecedora de mimbre.
Tanto una acción como la otra representaban su pequeña manera de pintar el mundo.
Antes de eso, había hecho silencio, cerrado los ojos, y meditado.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Todas las máquinas ya han sido inventadas.
Falta enchufarlas desde las aulas y  ponerles aceites desde las cárceles.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::







:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Las dos manos actuando bajo la tónica de la mutua ingestión 
despliegan ademanes imposibles de ser interpretados,
tanto en Oriente  como en Occidente.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Si al señor Abel le quitáramos el cerebro para transplantárselo al señor Caín,
no concluiríamos que Caín ha recibido un cerebro nuevo,
sino, en cambio, que Abel ha recibido un cuerpo nuevo.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Siento dolor al pellizcarme,
luego existo.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::



El hormigueo de las cosas
que parecen estables
de la que ellos habrían sido testigos,
sería un indicio del aliento del diablo,
(que últimamente no hacía más que tímidas apariciones en fábulas de bolsillo).





:::::::::::::::::::::::::::::::

El gato observa a las personas desde una cornisa.
Y es sólo ante la presencia de los incautos,
en efecto,
que oculta su quinta pata.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::


Si los pasajeros se tornan balbuceantes
y recurren a la higuera que hay a bordo a la espera de frutas
(en ésta época del año),
entonces quiere decir que estamos yendo demasiado rápido.

:::::::::::::::::::::::::::::



Sé que algunos rulemanes ya no están para estos trotes...
De todas maneras, no viene al caso felicitar a los que han funcionado bien hasta aquí...
pues felicitar a los rulemanes sería cosa de duendes*.
*(ajenos a esta fábula).


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

La luz que entra por las hendijas de esa habitación
dibuja una sombra doblemente ennegrecida
por la superposición de dos cuerpos que no se aman.


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::...

Les informo
a todas aquellos pacientes
que ahora se encuentran esperando de pie
entre esa pared y esta línea amarilla
que de antemano recibirán,
ineludiblemente,
el mismo diagnóstico
y el mismo tratamiento.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::





El cableado interno del sacro entró en cortocircuito
y saltaron todos mis animales.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Para el próximo combate me pondré el magnífico traje antibalas que usan los chimangos. Así, toda la pólvora del enemigo será desperdiciada.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Naipes de mayor valor van agregándose
encima de aquellos de menor valor
al techo del castillo de palabras.
Le dan mayor espesor,
pero hacen doblegar los cimientos.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Cuando mi cielo se vio borroso,
me dejé guiar por un perfume cautivante.
El perfume me condujo remando en mi bote
hasta una isla desconocida.
En la isla comenzó a hacer mucho frío,
y yo quemé mi bote para calentarme con su fuego.
El perfume se fue deshilachando luego hasta desaparecer,
sin que yo pudiese encontrar su origen.
Cerré mis ojos y sentí que aquella llama del bote aún sobrevivía dentro mío.
La llama me enseñó entonces que una vez que yo regresara nadando a mi propia tierra,
aquel mismo perfume empezaría a salir de mí mismo y lo llevaría siempre conmigo.


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La azafata dice a la cholita que las bolsas de mandioca de semejante tamaño no están permitidas a bordo.
La cholita azota a la azafata con su descomunal trenza.
La cholita aplasta a la azafata con su bolsa de mandioca.
La cholita invita a los demás pasajeros a bailar sobre la bolsa de mandioca.
La cholita conoce al hombre de su vida sobre la bolsa de mandioca.
El hombre de su vida es muy pesado sobre la bolsa de mandioca.
El hombre de su vida y la cholita comen juntos puré de azafata con mandioca.




Esclarecimiento Primero

Usar una chispa de la risa como droga para encenderse más y más risa.
Al salón de danza entré como un caballo: no imaginé que habría tanta porcelana junta.
-¡Ayyy! Me golpeé. ¿Había una pared aquí? ¿A qué hora la pusiste?
Al bajarme del avión, una fila de extranjeros en sus trajes típicos me despide en la puerta con sendas reverencias: "gracias", "shukran", "obrigado", "danke", "arigató", "shi shie", "thank you", "mercí", "salamat", "spasiva".
Reír como consecuencia natural tras haber comprendido todo... De haber terminado todos los postgrados habidos y por haber: cagarse de risa.
Tengo el marote lleno de peces nerviosos tratando cada uno de salir primero.
¡Momento! Necesito hacer una llamada.
Veamos esta radiografía a trasluz. ¡Salió hermosa!
Vos cortala con ese canto, no me traigas más paquetes que ya tengo el changuito lleno, todas las fichas ya están ubicadas en mi tablero.
La palabra “loco” solamente agregaría aún más interferencia entre nosotros.
-No pude escuchar lo que dijiste. Yo dije que te amo. ¿Y vos qué habías dicho?
Decir "I love you" con la voz de Elvis logra que me abran paso cuando voy caminando apurado.
Un cometido: luego de lanzar una flecha, inmediatamente largarse a perseguirla para ver adónde se clava.
Un cascabel de bufón cuelga de mi lengua al sacarla para reírme holgadamente.
La lengua se mueve entonces en un loop recursivo. Ritornello: al reír, mi cara se aparece monstruosa ante los ojos de quienes se esfuerzan demasiado por comprender algo en lugar de, simplemente, comprenderlo todo.
Mi cabeza gira a 78 revoluciones por minuto igual que los discos de pasta, y por suerte una mano amiga reacomoda la púa cuando se queda atascada en el mismo surco.
Una circunstancia coyuntural: sobre la tela blanca donde habría pintado unos triángulos superpuestos, pintar ahora unos labios tibios.
Un consejo: en la licuadora no se debe poner más que una sola planta por vez, para no confundir su efecto con el de otras plantas.
No existe secreción de luz u oscuridad que no se le parezca a su dueño.


La Gran Empresa

Pasábamos nosotros días de piloto automático,
o días enteros sin comer naranjas,
sin rendirle cuentas a la Gran Empresa…
En pos del bien común
Amortiguábamos casi siempre unas ganas de afeitarnos las cejas.
Con palabras queríamos pinchar los terrones de nube,
y cada tanto moríamos de patadas.
Y yo, que recién llegaba de las palabras
justamente me ponía a afirmar que hablar no era tan necesario.
Recortábamos tarjetas de plástico en cuadraditos y las apilábamos,
hasta que uno de los cuatro se quedaba dormido o se tiraba a la pileta.
Hacíamos buches con el alcanfor
para que se notara menos el ruido del viento...

Cada tanto llegaba un beduino,
con los dientes blancos de luna
y los pies machacados por las estaciones.
Decía algo en árabe
y llegaba el invierno.
Se quedaba con nosotros mientras no le entendíamos,
y a veces hasta se aflojaba las sandalias.

Al final, creo yo que fue cuestión de que el árbol nomás soltara la fruta madura.

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Si el camino se presenta despejado,
¡seguro que es por ahí!
Los "Pájaro en mano"
nunca transitarían
por una maleza densa.

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—No encuentro otra mejor manera
para decirte
que vos y yo somos iguales
más que haciéndote reír mientras te miro a los ojos.

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Conjeturan que el molde usado originalmente para la solidificación de la luna
ha sido desechado al espacio por carecer de poder anti-gravitacional.

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La entereza que ella pedía en él, representaba aquella que le pedía a todos los hombres del mundo.
La estabilidad que él pedía en ella, representaba aquella que él pedía en todas las mujeres del mundo.
Y por eso, ambos no pudieron evitarse.

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El bioquímico inventor de las mareas
—ya a punto de morir en el olvido—
despierta del largo sueño inducido por el suero intravenoso,
confundiendo el camino para volver a su ciénaga.

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El huevo posee unos filamentos muy insignificantes que aquí, y en cualquier otro lado se llamarían "pelos". Mediante un mínimo análisis ya pueden encontrarse.


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—Basta de acercarse tanto—, dijo el Mono Enviado
a los fieles seguidores que se habían aglomerado alrededor de él
en la puerta del templo,
encendió una vela de paciencia para todos ellos,
y se quedaron contemplándola.
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A mi padre le dije:
"Aún hoy no sé cuáles son los momentos de la vida en los que hay que poner cara de ‘estoy en un ascensor ’".
A un niño le diré:
"pedirle regalos a tus padres y pedirle regalos a Papá Noel son dos cosas distintas".


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Una propuesta distinta es la siguiente: 
dividir a las personas en dos:
aquellas que permiten que su inestabilidad emocional afecte su desempeño, en términos de productividad, y aquellas personas que no lo permiten.

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Creo que amarte a ti sería
una transición helada o fulgurante.
Y yo dudo de que mis engranajes
estén listos para ello. 


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El dolor de mis huesos,
que al erguirme
me empuja al suelo,
recalca persistentemente
mi condición humilde.

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Tocar a un gato de la calle
hasta que comprenda las caricias humanas.


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Acepto caminar todo el derrotero que tú has querido para mí
—por la cornisa deshilachada—
pero no puedo menos que albergar cierta bronca por el limitado criterio celeste
que me has dado para ver la realidad entera.

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Nuestro progreso como especie habrá de ser exponencial:
Las proyecciones del cuello, mediante germinación forzada,
llegarán algún día a incrustarse en los satélites en órbita.


00219 Los pochoclos explotan o bien no explotan, la comida se traga o bien no se traga, el avión
despega o bien no despega, el preservativo se rompe o bien no se rompe.
Un fósforo sin un fuego, un tambor sin sus manos. Cosas irreversibles.




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